domingo, 28 de mayo de 2006

Hoy te quiero querer

hoy te quiero querer
de esta manera
con la blusa negra
que hace juego
con tus ojos
y un lacito celeste
en tu garganta

jueves, 25 de mayo de 2006

¡Viva Buenos Aires!

ayer cumplió años el obelisco
¿vieron qué lindo que está
el cartel publicitario
de las pastillas D.R.F.?
¡viva Buenos Aires!
mi única reina
última beldad

Tiro de gracia

Abrió la boca y una hormiga roja grande como una bellota le caminó por la lengua. Vamos a tratar de conservarla viva. Voy a jugar un poco con ella. Después de todo salió de su cuerpo, corre por el borde de la mesa. Una de sus antenas está quebrada. Su trompita succiona una gota de agua, la empuja obstinada, sigue en su marcha expectante. Vino de un pulmón, es la hormiga de la nicotina, diría un químico. Durante la noche le dictaron diciéndole que la cintas eran malas. No, si no son malas, quién pudo decírselo. Me lo dijo aquel tipo del gimnasio, que siendo boxeador había escrito un libro de poemas, y lo más curioso es que alguien se lo había editado. Vendía perfumes y su libro de poemas. Se entrenaba ferozmente, le pegaba con tanta rabia al puching ball que daba ganas de decirle que iba a ser campeón. Antes llegaban y se ponían a las órdenes de cualquiera. Ahora ya no. Son cantantes de boleros, o corren hormigas en Parque Lezica, y a la hora de comer mastican bombitas eléctricas. Un ardor, un solo ardor, pero ahora no abriré la boca, la mantendré cerrada, aunque ellas hagan de mi cuerpo un hormiguero, aunque apenas hable haya hormigas en el cuarto, en los pies, en las manos de los amigos. Tendrás que regalarle alguna a los que te quieren, porque esos siempre han querido tener algo tuyo. Serán las hormigas de la discordia. Anidarán en los cuerpos y se escaparán por los sexos. Por las noches penetrarán nuevamente por esos agujeros y se alimentarán de ti, de mí, de todos. Seguiré con la boca cerrada, seguirás con la boca cerrada. Tu cabeza será la cabeza de estopa, será una cabeza para inflamar. Déjalos partir, no nos hacen falta en esa ciudad de grandes edificios altos perdidos entre las nubes seguirán persiguiendo hormigas y construyendo cintas. Dame de comer, estoy hambriento, pon pan en la mesa, que no falte el vino ni los amigos ni las cenizas del tabaco consumido, bailar con un esqueleto hecho de intenciones y dientes, bailar con el esqueleto de la amistad, eso me pasó anoche y me pasa, eso pasará a pesar de las hormigas.
(de “Tiro de gracia”, novela de Sergio Mulet)

martes, 23 de mayo de 2006

Aprendizaje forzoso

"Aprendí a vomitar con propiedad. Primero, hay que encontrar un receptáculo, si se puede, es la regla número uno. Se eyecta de un chorro, un bostezo en technicolor. Al mismo tiempo, uno tiene que cagar. Lo cual es difícil de hacer. Si pueden hacerlo, los pongo en el Cirque du Soleil" (Keith Richards, recién caído del cocotero)

lunes, 22 de mayo de 2006

Dios Alikal

oh Alikal
dios de sal
antimuerte
vacuna diaria de los descarriados
como una madre antigua
su infinita prole
cuentas las botellas vacías
los caídos los imbéciles de siempre
buscas en los rencores
en los senos de Pupé
en la bisectriz rancia que pare la luna
en sus lentas retiradas
soy un cachorro político
por treinta dineros
vendí mi corazón
falange de ángeles
en el infierno hepático/biliar/apátrida
hay una cosa llamada gracia
y tú la tienes oh redentor
resucitador perdona vidas
llenas mi galera de símbolos
y acometo la hermenéutica
con un puñal de utilería
un informe psiquiátrico
y un dado de plastilina

oh todo poderoso Alikal
dios en polvo y marimba
aplaca esta maldita ansiedad
que el sueño empaña
alarde osadía conjetura
de los santos demonios
modos de vivir
modus operandi
en la noche cruel y estúpida y genial
todo mezcladito en ese guiso
en el río revuelto sin ganancia
seremos un tibio recuerdo
en la filigrana del mantel
donde se posa una mosca
curiosa y asesina
almas vibrantes
en la retórica del vasito
dios Alikal
intercede
entre nuestro borracho corazón
y la querida Providencia
cuando el cielo está derrumbándose
danos paz y sosiego
en el bajón en la resaca
en las arenas del tobogán
amén

domingo, 21 de mayo de 2006

Hoy cayó una vaca en un pozo ciego

mujercita que pasa
encerrada en su tapado
su pie y su zapato
en el límite entre el decir
y el no decir
barajas en la noche
gruesas manchas de aceite
en el alma torpe y esquilmada
en la Continental de Callao y Perón
pareciamos dos putos
abrazados
tomando chops a las diez de la matinata
te levanto el corazón con un cricket
o sea te enciendo
con mis pequeñas estafas
y la fainá que es un barquito
que nos lleva quién sabe dónde
marche una buscapina y un peine
a la mesa siete
ciertamente tendremos una tarde Beatle

hoy cayó una vaca en un pozo ciego

sábado, 13 de mayo de 2006

No hay nada mejor

no hay nada mejor
que escribir mails
borracho
uno se sincera
se confiesa
uno es uno y algunos otros más
contra la nada de lo puentes
gentiles de Almagro
apenas se tiene la certeza
de un tormenta en una taza de té
de que uno nunca nunca elige
poner una tabla
entre dos edificios de azúcar
como acostumbraba Cortázar
jovial y mágico
pero todo eso
con la cosquilla cruel de los equinoccios
hago un inventario de nombres y apuesto
displicentemente
a un número
sostengo mis dientes
en un equilibrio sonso
y abro mis ventanas
para cachetearme la luz que siempre tengo
y el teléfono llora
y he llorado tanto esta tarde
soy defintivamente romático como ese coso
Gonzalez Díaz brasileiro

martes, 9 de mayo de 2006

Se me olvidó que te olvidé

algunos beben para olvidar

otros garchan para olvidar

hay también quien para olvidar
teje una manta que disipe
la luz del sol
de la luna

pero siempre es mejor
no tener nada que olvidar

(a Martín H.)

Restaurante "Norte" (Talcahuano y Paraguay)

ese restaurante era tan porteño
que hasta las miguitas de pan
se sabían la Cumparsita
ay!
si Tito Lusiardo viviera!
haría barriletes con tus servilletas
azularía las ojeras de las grelas
con sus pies de ronco bailarín
con sus fantásticos cuentos
de veraz varón argentino
ay!
si Tito Lusiardo viviera!
los sifones mojarían las espaldas de los panes
pícaros y narigones
como Discepolín

la entraña y el gañote
suenan como campanas
en la timba carnal
de los platos del día
y los mozos como granaderos de juguete
asisten a batallas
donde siempre vence
el ángel que habita
los rezongos de los cajeros

ese restaurante me restaura
y beatifica
me devuelve Buenos Aires
me pone una flor en el ojal
y siete banderas en el corazón
salud!!!

martes, 2 de mayo de 2006

Sobre la justicia

No hay una condición ambiental de justicia (Lía Salgado)

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