lunes, 28 de mayo de 2007

Zona del delta del Tigre

Tigre:
una ciudad con calles de agua
a partir de hoy
te quedan 35 veranos
35 islas que descubrirás
de un solo golpe
carambola chiripa casuales casualidades
solísimo en la cruz nacional
en la política rojiza de los otoños
nadie
nadie desea morir
la muerte se sube al viento
la muerte se sabe el ritmo
carga huesos de caballos
de calesitas acaecidas
en sucesivas mañanas
de mil novecientos setenta y uno
hay hojas diferentes
pendiendo del árbol que sucede
sin nombre en el tedio
en la generala sonora
que se eleva de las marchas
en espumas del torrente correspondiente
guijarros oh sí los guijarros
la infinita llanura
es carne que devora el infinito
haremos un sol nuevo
con todas las inocentes estrellitas
he solicitado de vosotros
un equipo de fantasmas
una colección de imágenes del sueño
vuestra voz acaecida
ha respondido finalmente
con su premonición sin sombra de sospecha
Tigre:
una ciudad con calles de agua

(a Rodolfo Walsh
a Haroldo Conti
a Leopoldo Lugones
in memoriam)

Comments:
buen poema edwards. gracias.
 
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