sábado, 12 de enero de 2008
Oda a Alejandro Semenewicz, jugador de Independiente
pelo rubio
ojos verdes (de lince)
edecán de Bochini
en las viejas tardes
de aquel reinado
la globa no se divide
con el 9 del rival
-¡al enemigo ni agua!-
y sale airoso nuevamente
nuestro aguerrido fullback
cuando mi equipo ganaba siempre
de visitante y de local
a Boca
a River
a Central
cada ataque traía una inminencia de gol
como las golondrinas el verano
la estirpe roja tallaba
en todas las cortes del mundo
ahora el rojo
es el color de la sangre
de un animal que se desangra
sin arte ni magia
sobre el escritorio de los dirigentes
ojos verdes (de lince)
edecán de Bochini
en las viejas tardes
de aquel reinado
la globa no se divide
con el 9 del rival
-¡al enemigo ni agua!-
y sale airoso nuevamente
nuestro aguerrido fullback
cuando mi equipo ganaba siempre
de visitante y de local
a Boca
a River
a Central
cada ataque traía una inminencia de gol
como las golondrinas el verano
la estirpe roja tallaba
en todas las cortes del mundo
ahora el rojo
es el color de la sangre
de un animal que se desangra
sin arte ni magia
sobre el escritorio de los dirigentes
Comments:
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epica roja que no regresa por tantos infortunios encadenados al mega-negocio que niega el placer ludico de la dinamica impensada. el deleite de la finta queda en el receurdo de aquellos que alguna vez pudimos disfrutar de cierta gesta magistral llevada a cabo por maravillosos personajes. y s enos puede piantar un lagrimon.si.si. el futbol. el juego. es lo unico que nos queda del romanticismo.
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