martes, 17 de marzo de 2009
Inundaciones de 1919
Si te es posible ¡oh Dios! esta lluvia has de parar.
Ahora sí que la Pampa va pareciendo un mar.
Todos nos alegramos cuando empezó a llover,
la tierra se bebía las aguas con placer.
Pero mira los predios inmensos inundados,
los alambres caídos, sin pacer los ganados.
Mira los labradores ante el agua impotentes
con las manos crispadas y los labios rugientes..
Yo sé que en estas tierras de andar y trabajar
se han olvidado un poco los hombres de rezar.
Que al lucro sólo atentos, nadie cumple contigo
Ni una oveja te ofrecen ni un puñado de trigo.
Señor; yo te prometo si deja de llover
ir por esas estancias a pie con mi mujer
para pedir dineros y alzarte en este suelo
un templo cuya cúpula toque el cristal del cielo.
O una iglesita azul o una blanca capilla.
Y que cuaje mi intento como buena semilla.
(Baldomero Fernández Moreno, Argentina)
Ahora sí que la Pampa va pareciendo un mar.
Todos nos alegramos cuando empezó a llover,
la tierra se bebía las aguas con placer.
Pero mira los predios inmensos inundados,
los alambres caídos, sin pacer los ganados.
Mira los labradores ante el agua impotentes
con las manos crispadas y los labios rugientes..
Yo sé que en estas tierras de andar y trabajar
se han olvidado un poco los hombres de rezar.
Que al lucro sólo atentos, nadie cumple contigo
Ni una oveja te ofrecen ni un puñado de trigo.
Señor; yo te prometo si deja de llover
ir por esas estancias a pie con mi mujer
para pedir dineros y alzarte en este suelo
un templo cuya cúpula toque el cristal del cielo.
O una iglesita azul o una blanca capilla.
Y que cuaje mi intento como buena semilla.
(Baldomero Fernández Moreno, Argentina)